El sector de la automoción tiene por delante un futuro plagado de retos. Las consecuencias del cambio climático, cada vez más latentes, han incentivado una nueva forma de actuar que apuesta por reducir nuestra emisión de gases de efecto invernadero. En la actualidad, estamos en medio del paso del sistema de movilidad tradicional hacia otro más verde que debe satisfacer las necesidades de los usuarios y ser, a la vez, sostenible.
Para ello, las metrópolis deben adecuarse al ciudadano moderno, convirtiéndose en ‘Smart Cities’ que busquen como fin primordial su bienestar y que cuiden el medioambiente y el patrimonio. El reto no es pequeño, pues debe incorporarse una movilidad sostenible, multimodal y accesible, debe incluirse una oferta integrada y personalizada de modos de transporte y debe haber agentes que controlen y catalicen estos cambios.
En todo este trabajo, la automoción tiene mucho que decir y que hacer. Este sector ha experimentado una completa renovación en la que ha contado con un gran aliado: la innovación. Las nuevas tecnologías han permitido, de forma muy eficiente, digitalizar las comunicaciones, reducir las emisiones, ahorrar costes, y tomar decisiones de forma rápida gracias a los datos específicos de los que disponemos. Esto nos facilita cumplir con las normas europeas, nacionales y locales vigentes y futuras y mantener nuestro compromiso con el planeta.
Nuestros clientes, están, al igual que nosotros, muy implicados en esta transformación y por ello seleccionan muy cuidadosamente la forma en la que van de un sitio a otro. Aunque el vehículo privado sigue siendo un pilar fundamental en la movilidad, se abren nuevos modelos de movilidad, sobre todo entre los más jóvenes, como es el coche compartido o el pago por uso, lo que ahorra costes y reduce las emisiones.
Todos los cambios mencionados tienen que ser tangibles en 2030. Para ese año, la Unión Europea ha establecido que debe haber 3 millones de turismos y cinco millones de vehículos electrificados en circulación, por lo que no hay tiempo que perder. En Granada Premium lo sabemos bien. Por ello, de la mano de Grupo Huertas, compañía referente en el sector de Automoción del sureste español desde hace más de 120 años, y de Mercedes-Benz, estamos implicados en ofrecer a nuestros clientes, a través de nuestros canales de distribución y postventa, la máxima información posible actualizada, resolviendo sus dudas y sus necesidades e impulsándoles a solicitar ayudas que les permitan embarcarse en este viaje que es la movilidad sostenible. El 93% de los consumidores considera imprescindible el concesionario en el proceso de compra de un vehículo, y aunque gran parte de la información previa se obtenga hoy día online, la asistencia y asesoramiento de los profesionales especialistas del concesionario, siempre es un plus para nuestros clientes, y por ello nos enfocamos en dar los mejores servicios en este sentido.
Mercedes-Benz ha desarrollado en la última década una importantísima apuesta por el cambio de sus motores, tradicionalmente de gasolina y diésel, por otros de cero emisiones. Estos últimos son la realidad tangible de que ese futuro digital y sostenible ya es presente. Su amplia gama de eléctricos es la más completa del mercado y, además, la marca está muy orientada a ofrecerle al cliente una experiencia única durante la conducción. De hecho, los vehículos ya incorporan servicios de pago por uso que se activan y desactivan en función de las necesidades personales de los ocupantes.
A pesar de que el mercado ya cuenta con multitud de vehículos sostenibles, el precio de estos es una de las principales barreras de entrada. Para poder dar pasos hacia ese objetivo que la Unión Europea plantea para 2030, se deben impulsar todo tipo de subvenciones, tanto de forma directa (rebajas en el precio) como de forma indirecta (reducciones fiscales) que hagan más accesible la compra de vehículos eléctricos. Un ejemplo de estas medidas es el Plan Moves, que nació en 2019 y que ya va por su tercera edición. En estos cinco años ha posibilitado que muchos españoles se decidan por la sostenibilidad y el cuidado medioambiental, aunque es imprescindible agilizar y simplificar los trámites de estas ayudas. La burocracia no puede ser un escollo para impulsar la movilidad sostenible, sino que debe ayudar a que cada vez más personas se sumen a un movimiento social y global que debe ser imparable y que debe permitir que dejemos a las generaciones futuras, a nuestros hijos y nietos, un planeta mejor que el que encontramos.
